sábado, 26 de febrero de 2011

LA CULTURA DE LO FÁCIL

Recoge tu dignidad
de encima de la cama,
no sea que alguien te la quite.

Y no es que me irrite
que pierdas las bragas
por cierta cantidad.

No entiendo el porqué,
ni eres pobre ni esclava,
y tus brazos no tienen por donde llorar.

Sé que me ignorarás,
como lo hacen las ratas
que supuestamente ofrecen seguridad.

Entre pollas de todos los tamaños
y deferentes grados de pulcritud.
Dejas morir en tu cuarto los años
que moldean el cuerpo de tu juventud.

Y de mientras yo, buscando
en los azulejos cimentados
en tu vida, por si hay mancha
alguna que suelta palabra.

La cultura de lo fácil 
ataca cada vez más.
No existe ningún mártir
que ofrezca otra verdad.

Y no seré yo quien lo haga,
pues soy solo un igual.
Y si tengo ansias de nalgas
quién sabe si tendré que pagar.

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