EN EL BAJO EXTERIOR DEL CIELO

Cuando no hace falta explicaciones, 
ni aparentar falsas emociones.
Cuando el encuentro es tu sedante emocional.

Cuando una voz aparenta ser ángel,
y ratificas que no hay chantaje.
Cuando el fondo de la estupidez es tu seguridad.

Entonces que se pierdan las formas,
y la retaguardia de cualquier dogma.
Que se pierdan las noches donde tú no estás.

Que aquellas bocas invisibles callen,
si todo lo que dicen no son verdades.
Y se atraganten con la fuerza de nuestro pisar.

Quebrantos sin personalidad.
Roturas de mal agüero.
Paredes de irrompible lealtad 
encuadran nuestro cielo.

NIDO DE MIERDA

Nos da mucho asco la suciedad y nos alimentamos de ella.
Mierdas de moscas y huevos de cucarachas se atrincheran
en el epicentro de nuestros alimentos.

Sorbe de esa lata que quién sabe si ha sido suelo,
de patas incrustadas a un bicho de poca aceptación social.
Vamos a ese restaurante con piel de cordero y alma fecal.

Nos vestimos de seda y nos perfumamos la careta,
como si fuéramos extraterrestres que nunca nos da por cagar.
Y somos el nido que acoge a todas las variantes de la suciedad.

Dame un baso para la cerveza que sus restos no los veo.
Puede que sean de una boca con halitosis o causante de una gran mamada.
O aceptamos que estamos entre nuestra mierda o la inanición nos dará una patada.

HOY HACE CUATRO AÑOS

Hoy hace cuatro años
expusimos el por qué.
El por qué de una vida
sin ganas de abandonar.

Hoy hace cuatro años
que me dio por entender.
Por entender una vida
que me ofrecía felicidad.

Donde a tu corazón le dé por latir,
junto a él estaré.
Si con versos me da por esculpir,
tu cuerpo esculpiré.
Las lágrimas que caigan formarán
trocitos de espejo,
reflejando un romance que guiará
los días venideros.

Hoy hace cuatro años
dije que para siempre.
Me arrepiento de lo dicho
pues corto me quedé.

Hoy hace cuatro años
un concejal rebelde,
dejó un amor por escrito
que en mis ojos se lee. 

Donde a tu corazón le dé por latir,
junto a él estaré.
Si con flores me da por pintar,
tus labios pintaré.
No hay resaca en nuestra marea 
ni exceso de espuma.
Ni peldaños rotos en la escalera
que llega a una cuna.

Hoy hace cuatro años por fin nací.

LOS CINCO SENTIDOS

La tuerta nos mira desde lejos, 
y atisba el principio del cortejo
que está habiendo lugar.

El sordo escucha los piropos,
y descifra lo del uno y el otro
y le da por reír y cantar.

Ponemos los cinco sentidos 
en ser los mayores cretinos
que pueda tener,
ese hijo de puta, que daña principios
plagando de dudas y falsos indicios
nuestro buen hacer.

Se palpa la envidia en enfadados,
por ser a lo tonto los invitados
en esta clase de amor.

Los olores de besos sincronizados,
se cuelan en ranuras de establos
que aguardan hedor.

Tienen mal gusto las despedidas,
que de lo vivido hacen una huida
hacia un recuerdo mejor.

Ponemos los cinco sentidos 
en ser los mayores cretinos
que pueda tener,
ese hijo de puta, que daña principios
plagando de dudas y falsos indicios
nuestro buen hacer.

EL INFIERNO

Marchítense las flores que a mi me da igual.
Extínganse las especies que me da lo mismo.
Yo solo necesito tumbarme y mis ojos cerrar,
para entregar mi alma a las violas del abismo.

Pena da cuando comprendes lo bien incomprendido.
Se arrepienta mi alma cotilla.
La muerte no es muerte sino un carril de doble sentido,
que junta el infierno con la vida.

En el infierno estamos y a la vida llegaremos.
Prepárense habitantes del estraperlo,
que deseosos estamos de hallar una libertad
que nos es negada, aquí, en el infierno.

BOCADILLO DE ATÚN

Me arrancaría toda la piel a tiras,
si me encontrara que el maldito frío
te consume la vida, sin conceder una opción.

Y te haría de mí un buen abrigo,
a su costado izquierdo le cosería 
un te quiero mi vida, un te quiero mi amor.

Abriré esa gran puerta tapiada que esconde una dimensión.
Y allí será donde descubriremos que el infierno existe.
No era como nos lo vendían esos altares de represión.
Él es redondo y alberga en su vientre el declive. 

El cielo somos tu y yo.
El paraíso ese intenso calor,
que emana de la estima.

Si peces crea Jesús,
yo quiero un bocadillo de atún,
y olvidar cualquier espina.

No te digo nada para expresar mi devoción hacia ti.
Si soltara palabra distorsionaría su fortaleza.
No es que me pierda en aventuras de princesas,
sea en verso, en prosa o al inverso te quiero decir...

Que el cielo somos tu y yo.
El paraíso ese intenso calor,
que emana de la estima.

Si peces crea Jesús,
yo quiero un bocadillo de atún,
y olvidar cualquier espina.