Cuando no hace falta explicaciones,
ni aparentar falsas emociones.
Cuando el encuentro es tu sedante emocional.
Cuando una voz aparenta ser ángel,
y ratificas que no hay chantaje.
Cuando el fondo de la estupidez es tu seguridad.
Entonces que se pierdan las formas,
y la retaguardia de cualquier dogma.
Que se pierdan las noches donde tú no estás.
Que aquellas bocas invisibles callen,
si todo lo que dicen no son verdades.
Y se atraganten con la fuerza de nuestro pisar.
Quebrantos sin personalidad.
Roturas de mal agüero.
Paredes de irrompible lealtad
encuadran nuestro cielo.
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