EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA

Se apura el ratón, delante del gato.
Y el gato se asusta al ver un perro.
De mientras las pulgas pasan el rato,
apostando quien la diñará primero.

Nos da igual el apurado,
a no ser que sea de los nuestros.
Si pasa por nuestro lado,
pues nos hacemos los muertos.

Las castañas en el fuego
si son ajenas.
Lo único que llevo dentro
son mis penas.

No damos a nadie la mano,
para seguir con brazo.
Si todos somos hermanos,
pues yo soy adoptado.

El mundo gira a sus anchas,
ignorando lo que sucede en él.
Yo voy con abrigo y bufanda,
si tú tienes frío, que te den.

Cada uno tenemos una vida,
y es quien colma nuestro interés.
Si el vecino va y se suicida,
ni dieciocho segundos le dedicaré.

Que ya mucho me cuesta,
pensar en mi salud.
Si uno de los dos revienta,
espero que seas tú.

MANZANA MORDIDA

No me hacen falta mis latidos, para vivir.
Ni respirar oxígeno, ni tiempo para dormir.
No quiero fortuna, ni ser vuestro dios.
No quiero la luna, ni ser el dueño del sol.

No me hacen falta caprichos, para ilusionarme. 
No necesito un abrigo, para abrigarme.
No me hacen falta recuerdos, para recordarla.
No necesito de sus besos, para besarla.

Solo quiero una vida, donde esconderme a pensar.
No quiero que sea mía, quiero ser su necesidad.
Solo quiero una vida, con más tiempo que disfrutar.
Y no hacerle mil caricias, por si no hay oportunidad.

Solo quiero una burbuja, que nadie pueda explotar.
No quiero que mis dudas, ahoguen a su piedad.
Solo quiero una burbuja, donde nunca despertar.
Y no buscar la cura, por no haber nada que curar.

Andar por la inercia de su compañía.
Vender mi alma a sus anhelos.
Ser esa histórica manzana mordida,
por las trampas de algún cielo.

EL ZARZAL DE MIS DÍAS

Cazando mariposas me caí,
en un zarzal lleno de pinchos.
Cazando mariposas no lo vi,
me cagué en lo nunca escrito.

Con dolor me saqué las púas,
pero los nervios me cegaron.
Mirando que no quedara una,
un par de ellas me quedaron.

Una ya sabes que eres tú,
clavada en mi corazón.
Haciéndome siempre vudu.
Envenenado por amor.

La otra ya sé que soy yo,
clavada en un adiós.
Un río de sangre marrón.
Un mar de saturación.

Dos espinas es mi vida.
Siempre detrás de ti.
Por no tenerte todavía,
sé que nunca te perdí.

Dos espinas es mi vida.
A curarse y a seguir.
Que si pierdo la barriga,
es por ser un infeliz.

Cazando mariposas me caí,
en un zarzal lleno de pinchos.
Y esta vez con calma decidí,
leer lo que estaba escrito.

DANIEL PLA

Yo no quiero morir en un hospital,
quiero un accidente fugaz, mortal,
disfrutando de mi tercera edad.

Y por fin, conocer ahí arriba,
o ahí abajo, al genio Albert Plà.
Y con Daniel Higiénico cantar
la de mentiras podridas.

Tontear con esa novia terrorista,
en la ronda que pague yo.
Tocar tres acordes contra el sida,
dando un paseo por el zoo.

No volver a decir mañana lo dejo,
pues nunca será demasiado.
No necesitar jamás ni un sereno,
ni formas para pasar el rato.

No necesitar buscar la diferencia,
entre el primer y último vals.
Que los hongos sean pertenencia,
solamente de la humedad.

Dejar para siempre el esqueleto,
perdido en un crucigrama.
Que el Gallo Eduardo Montenegro,
se calme con marihuana.

DÍCESE DE LA LEALTAD

Decepcionan algunos desiguales,
que no conocen la empatía.
Que sus intereses individuales,
sean los primeros de la fila.

Decepciona lo inesperado,
si es peor de lo que creías.
La avaricia de los acobardados,
que atacan siempre a escondidas.

Decepciona de quien esperas,
y esperando sigues todavía.
La codicia que les envenena,
intenciones ya mal nacidas.

Decepciona el decepcionarse,
y te decepcionas por ello.
Trepadores sin despeinarse,
que despeinan lo mas bello.

ME DESANGRO

Cada vez que paso por delante del banco de Santander,
aprieto tan fuerte los dientes que empiezo a sangrar.
Y ya no te digo cuando paso por una oficina del P.P.,
ni cuando mi nombre está en una cola de la seguridad social.

Voy muriendo desangrado por falta de complicidad,
con el país y el sistema, que impuesto me ha sido al nacer.
Matanza de sintonías que nunca podrán resucitar,
ni ganas que tengo pues no quiero un ideal de alquiler.

Me desangro, me desangro y en un charco de sangre estoy.
Ya sea por oprimido, reprimido, o por falta de libertad.
Me desangro a borbotones y esperanzas no me doy,
y más viendo quienes se encargan de mi seguridad.

Litro tras litro de sangre, voy subsistiendo de ti.
Tú eres mis torniquetes, mis gasas y mi hospital.
Hay momentos que consigues que quiera vivir,
pero hay otros que te pido la inyección letal.

HIJA DE LA SANGRE TU PAPELETA

Hija de la sangre, tu papeleta.
Crímenes de libertad.
Disparos al aire, de la vendetta.
Se vuelve a fracasar.

Hija de la sangre, tu papeleta.
Cómplice de naftalina.
Preocupaciones de pandereta.
Ideales que nos fusilan.

Hija de la sangre, tu papeleta.
Barricada derruida.
Inútiles muertes de metralleta.
Diluvios de mentira.

Hija de la sangre, tu papeleta.
Y tú, como ejecutor.
Recuento mafioso de esquelas.
Viejo está el motor.

Hija de la sangre tu papeleta.
No solo matan los de la ETA.

SOLO CREO EN LO QUE BEBO

No es nuevo que diga nunca más,
despeinado y apestando a cerveza.
Sabiendo, que si ha sido el sofá
mi cama, es que perdí la cabeza.

Y no la busco, la verdad.
Sé que ella sola me encuentra.
Y me recrimina la cantidad
en demasía, de alcohol en vena.

Hacemos las paces, compartiendo un ibuprofeno.
No es pisar el freno, más que nada es dosificarse.

Hago de nuevo que se enfade, y me patea el entrecejo.
Viendo como se mueve el suelo, pido que alguien me agarre.

Me preguntan que por qué bebo,
si así me divierto de verdad.
Y la verdad nunca ha tenido dueño,
y yo no la quiero esclavizar.

Yo solo creo en lo que bebo.
Mi aparición es una arcada.
Mi salvador siempre es un dedo,
que al diablo de dentro me saca.

Yo solo creo en lo que bebo.
El infierno es la hora del cierre.
El pecado quedarse durmiendo,
por motivos que no te conciernen.

SOMOS SOLO TABÚ?

Me he puesto frente a frente conmigo mismo,
y me he preguntado que quien soy.
Y ni yo ni el que tengo delante, hemos sabido decirlo.

Me he puesto frente a frente conmigo mismo,
y me he apiadado de él, y de mi.
Si no sé nada de ti, como voy a poder vivir contigo?

Tú eres yo.
Pero quien soy yo?
Y tú?
Quien eres tú?
Quienes somos los dos?
Somos solo tabú?

Puede que la indiferencia a la incomprensión ayude.
Pero en ese caso, nos olvidaremos mutuamente.
Así que ahora sí, frente a frente, digo que no te culpes,
que hay sitio para dos, y tiempo para comprenderte.

Serás mi patente en ojos ajenos.
Mi patrimonio emocional.
Mi igual en todo, mi todo eterno.
Mi desconocido irracional.

SOC TEU

Que no t'extranyi el dia que hem vegis suar moscatell.
Ni el dia que hem vegis pixar una miqueta de cardoner. 
Sols serà que m'estic recordant del teu alè, a cap d'orella.
M'estaré recordant de l'olor de les teves nits de botelles.

Dels teus carrers esquitxats, per els plors sincers de la lluna. 
De les sirenes que avisen, que no en tots cantons va sempre be.
Del teu mar calmat, que ens ofereix la seva escuma.
Del teu perillós uniforme, antidemocràtic i botifler. 

Que no t'extranyi el dia que hem vegis maleït per ells,
res mes per estimar-te, amb totes les meves forces.
Per dir que no estem morts, encara que het donen per morta.
Per dir que soc teu, i que d'altres no vull pas ser.

DE COPILOTO, LA LUNA

Demasiadas veces, las luces se apagan dentro de mi.
Y a oscuras tiemblo, pensando que no sabré salir.
Mi corazón se acelera, y pide unos gramos de compasión.
Se paralizó la venta de bolsitas de vida al por mayor.

Aquí nunca sale el sol. Ni hace frío, ni hace calor.
Aquí nunca sale el sol. Hay un silencio aterrador.

Déjà vu de tormenta, que oxida mis energías.
Unas copas de cerveza, allanan mi cobardía.
Tragos de melancolía, refrescan mi cabeza.
Hay regusto de unos días, de locuras longevas. 

Aquí nunca sale el sol. Ni hace frío, ni hace calor.
Aquí nunca sale el sol. Hay un silencio aterrador.

Veo destellos de luz, que están rompiendo mi celda.
Me da que serás tú, que no dejas que me pierda...
en un círculo vicioso, donde mueren luciérnagas,
por no poder soportar, el espesor de la niebla.

Aquí nunca sale el sol. Ni hace frío, ni hace calor.
Aquí nunca sale el sol. Hay un silencio aterrador.

No se qué tiene la luna, que me quita las legañas.
Que con un poquito de ternura, y palabras adecuadas,
consigue que me levante, que mire hacia delante,
que desanude mi garganta, y me fije en los detalles.

No sé qué tiene la luna, que preside mis mañanas.
Que mis males de locura, y mi empacho de desgana,
desaparecen al instante, que con un giro de volante,
deja el camino del desastre, antes de estrellarme.