viernes, 30 de noviembre de 2012

POSEEDORA DE MI MEMORIA

Paso de los treinta años,
y no me acuerdo de los veinte primeros.
Algunas pinceladas de barro,
y unas noches de espejo y cenicero.

De querer vivir la vida, con ella casi acabo.
De no querer saber nada de los cuerdos,
doy por seguro, que por poco no enloquezco.

En la bienvenida del abrazo de una mujer,
se encontraba un inesperado porvenir.
Y en las manos de alguien que nunca extrañé,
encontré de soslayo el acento de felíz.

Tantos compañeros de viaje olvidados.
Vivencias que jamás sabré de ellas.
La noche va perdiendo las estrellas.

La vida es corta aún si la recuerdas.
Si no encuentras nada, es irrisoria.
Menos mal que ahora tú eres mi memoria.

sábado, 24 de noviembre de 2012

LAS CALLES DE MI C.I.U.DAD

Huelen a goma quemada
las calles de mi ciudad.
Transitadas por la gente
que lucha por tu libertad.

Los pájaros huyen sabiendo,
que no es el momento
de ponerse a cantar.

Las órdenes vienen de dentro,
y con un fin violento
empiezan a cargar.

Y esos gritos de justicia y de paz,
se convierten en gritos de socorro.
Unos armados y con máscaras de gas.
Otros corriendo entre insultos y lloros.

El silencio del resto es mortal.
Es la vía libre del salvaje.
Nunca es demasiado tarde
para sumarse uno más.

Detrás del uniforme no hay nada,
y dentro del casco un melón.
Son igualitos que una plaga
de cucarachas que invaden tu salón.

Pero ellos disparan. Y disparan a matar.
Ya son varios ojos perdidos por no callar.

Aunque sigan disparando. Disparando a matar.
Con la política del miedo no nos vencerán.

Se cubren las espaldas con la independencia.
Y la obediencia de los borregos ataca.

Irónico es que utilicen argumentos libertarios,
para mancillar a la propia libertad.

Y para seguir siendo poderosos y millonarios,
empobrecen a la clase obrera con impunidad.

domingo, 18 de noviembre de 2012

LOCURA EXTREMA

Se apaga la cordura. La consciencia agoniza.
La oscuridad nubla mi mente y me tranquiliza.

Quizá sea lo mejor. Adentrarse en una locura extrema.
Quién soy? Donde está la terminación de la realidad?
Demasiado dolor. La locura se convierte en estratagema.
Quién soy? La decadencia extraída de tu mortalidad.

Y allí estás tú. Blanquecina. Ausente de vida.
Tumbada en una cama, que tres horas antes era nuestra medicina.

Y aquí estoy yo. En el proceso de dejar de ser yo.
Mirándote, en un silencio que pudre un cerebro que agoniza por amor.

Una vez soy un desconocido, no puedo dejar que te evapores.
Y detrás de los barrotes de mi perdición, con parsimonia te desvisto. 
No quiero tu descomposición.

Necesito que estés en mi. Que conduzcas mi locura.
Decido comerte a trocitos, y juntar así nuestras entrañas.
Al acabar, abrazo tu esqueleto, tumbado de nuevo en la cama.
Y burlando las leyes morales, fundo dos muertes en una.

Mi vida no era sin ti,
ni sin mi tu muerte.
Vamos a dormir, y a ver dónde se amanece.

sábado, 3 de noviembre de 2012

LA FERIA DEL PERDÓN

Nubes de azúcar color rosa.
Manzanas caramelizadas.
Peces que no han visto otra cosa.
Patos dando vueltas hasta mañana.

Música cutre a todo volumen.
Coches de choque sin velocidad.
Papeletas en el suelo que asumen,
que nunca repartirán la felicidad.

Escopetas que no apuntan.
Palillos que temen su final.
Y el destartalado tren de la bruja,
se ríe de los niños que les da por llorar.

Y nosotros ausentes de todo,
bebiendo en un bar ambulante.
Contándonos de cualquier modo,
secretos de corazones cobardes.

Se escucha un trueno atroz,
encima de un mar calmado.
Un diluvio y un viento feroz,
lo ensucia todo de barro.

La gente huye a sus casas.
Todo se rodea de soledad.
Los patos por fin descansan,
y los peces no ven más allá.

Y en ese desierto de metal y luces,
debajo de una lluvia precoz,
como dos pastillas insolubles,
nos curamos de la falta de amor.

Nos miran alegres los muñecos,
que cuelgan de cuerdas alineadas.
Mi cabeza se desprende de recuerdos,
para retener entera esta velada.

Y se desprende de un amante,
un desplante y un punzante puñal.
Se desprende de reniegos,
de falsos egos y noches de Orfidal.