domingo, 18 de noviembre de 2012

LOCURA EXTREMA

Se apaga la cordura. La consciencia agoniza.
La oscuridad nubla mi mente y me tranquiliza.

Quizá sea lo mejor. Adentrarse en una locura extrema.
Quién soy? Donde está la terminación de la realidad?
Demasiado dolor. La locura se convierte en estratagema.
Quién soy? La decadencia extraída de tu mortalidad.

Y allí estás tú. Blanquecina. Ausente de vida.
Tumbada en una cama, que tres horas antes era nuestra medicina.

Y aquí estoy yo. En el proceso de dejar de ser yo.
Mirándote, en un silencio que pudre un cerebro que agoniza por amor.

Una vez soy un desconocido, no puedo dejar que te evapores.
Y detrás de los barrotes de mi perdición, con parsimonia te desvisto. 
No quiero tu descomposición.

Necesito que estés en mi. Que conduzcas mi locura.
Decido comerte a trocitos, y juntar así nuestras entrañas.
Al acabar, abrazo tu esqueleto, tumbado de nuevo en la cama.
Y burlando las leyes morales, fundo dos muertes en una.

Mi vida no era sin ti,
ni sin mi tu muerte.
Vamos a dormir, y a ver dónde se amanece.

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