No me llores por favor,
que cada lágrima tuya
es como si fuera mía
y no quiero más dolor.
Piensa que contenta,
haces que me olvide
de las penas que vienen
a debilitarme la cabeza.
Y quiero más días para recordar,
esos que no nos soltamos la mano,
y que hay besos cada tres pasos
y una tierna mirada de complicidad.
Y a la mierda todos los problemas,
que la vida en nada es muerte
y hay que gozar de ella, y la suerte
creo que la poseo mientras te tenga.
Que nuestras cenizas no sean anhelos,
que sean presentes en diferente realidad.
Que nuestra herencia no viva del dinero,
que sea de los valores de amor y solidaridad.
Y vivan los demás de ella,
y nosotros vivamos de los hechos.
Mientras todos ríen en la tierra,
nosotros riamos entre los muertos.
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