Siento frío en este lugar,
donde no hay más que
viejos artilugios.
Una capa gruesa de polvo,
lo va escondiendo todo
sin ningún rubor.
Hay retratos de otro siglo,
y un esqueleto tímido
de un piano.
Una caja de música con pies
amputados, al parecer,
de una bailarina.
Y una bañera en desuso,
con unas gafas de buzo
sin cristales.
Hay un colchón calcinado,
y lleno de bocados
de un ratón.
Una sola percha de madera,
que con dificultad sujeta
un vestido nupcial.
Y una pistola que le falta,
una bala que desgasta,
la sien de un reloj.
Y en estas que yo me despierto,
abro los ojos y a mi lado te tengo.
Y mientras te abrazo, entrelazo los sueños,
y creo que he soñado en lo que seremos.
Seremos una historia de amor,
que no será recordada.
Seremos insignificante balada,
en el famoso corredor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario