viernes, 11 de marzo de 2011

DONDE EL SOL ESTORBA

Una vez lapidado
el ratio de tu corazón,
ya seré liberado
y gritaré, por cada rincón...
que te olvidé.

Y la noche ignorará
los insultos recibidos,
me perdonará
con silencio en mis oídos.
Uno de medio.

Aprenderé a volar 
sin desplumarme.
Dejar de embadurnarme 
con el fango de tu altar. 

Y esos bares de copas
que tanto me escucharon,
serán ellos los escuchados
donde el sol estorba...
y no es invitado. 

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