Gracias al brillo de tus ojos
veo una ayuda,
que necesito sin duda alguna
para poder ser yo.
Y nada me reprocho,
solo es que estoy inacabado
sin un te quiero cercano
que lastre al sopor.
Como marioneta de trapo,
que necesitan de manos
para poder sentir.
Entre risas y llantos,
intento creer en santos
que me hagan feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario