Voy sesgando la hierba
que crece en tu entorno.
Adorno las mugrientas
paredes de mi trastorno.
Como murciélago soy,
voy corriendo a ciegas
y de uvas a peras
contra un muro me doy.
Escalo la montaña
mañana que hoy
no estoy para nada.
Adoro los posos
carnosos que dejan
suspiros de gozo.
El tiempo corre en contra
del saber estar.
Encontrar una vida de sobras
es cosa del azar.
El cuerpo se deteriora
y no puedes pararlo.
Por muchas maniobras
hechas por los llantos.
Reposo mi ser en tu pecho,
mil despechos a tu ausencia
pues tu presencia
riega mis helechos.
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