Quise ser feliz con la chica que amaba.
Y lo conseguí, durante unos días preciosos.
Nos teníamos que esconder de las miradas.
Y nos hacían reír, esos secretos fogosos.
Intercambio de besos en callejones remotos.
Tocamos el cielo en la soledad de la noche.
Nos quitábamos el pañuelo de cualquier modo.
Y nos entregamos a todos los vicios del roce.
Compartimos nuestros sueños,
también nuestro dolor.
Compartimos nuestros deseos,
también nuestro temor.
Compartimos lo que tuvimos,
y ya nada tenemos.
Compartimos a los cretinos,
que nos tiran al suelo.
Y ahora te tengo que ver,
llorando tumbada a mi lado.
Con un hilo de sangre brotando,
de los labios que jamás besaré.
Y ahora te tengo que ver,
a punto de ser golpeada,
por esa última piedra que...
te desterrará de mi falda.
Esperando mi turno te recuerdo.
Soporto a las piedras recordando.
Los recuerdos son mis calmantes.
Recordando a mi amante... muero.
Nadando entre golpes te recuerdo.
Dosifico el sufrimiento recordando.
Los recuerdos son mis tranquilizantes.
Recordando a mi amante... muero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario