lunes, 10 de octubre de 2011

LA CARA OCULTA DEL CAFÉ SOLO

Póngame un café solo por favor.
Y al lado de la taza aparece el azúcar.
No es que le tenga mucho pavor.
Solo quiero un fuerte sabor. Os pido disculpas.

Y ese azúcar ofendido, busca hospedaje en cualquier lugar.
Pero a veces, al estar manchado, no tiene cabida ni en carajillos.
Pobrecito, sin merecerlo, entre basura estará toda la eternidad.
Y yo con mi café solo, oliendo el disfrute del olvido del azucarillo. 

Quién es quién? Cada cual que se etiquete.
Real o irreal? Realmente no tengo ni idea.
Por mucho que piense, voy corto de entendederas.
Lo intento de veras, pero necesito que lo interpretes.

En principio, la soledad era para el café.
Pero el afectado resulta ser el azúcar.
Y yo qué crees que debería hacer?
Cada uno que vigile su propia nuca...

que bastante hago ya, con pedir disculpas.

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