martes, 27 de septiembre de 2011

VESTIGIOS DE CORDURA

Hice una cabaña con las cañas sobrantes de mi locura.
La decoré con los muebles que encontré en tu basura.

Y es que tus sobras me dan la vida, llenan mis vacíos.
No pasa ni un día que no rebusque en mis desvaríos.

Y ahora que la tengo acabada te invito a cenar.
Una ensalada de insinuaciones y una barra de pan.

Y que el mar se nos disculpe por joder la intimidad.
Esas idas y venidas para ver si empezamos a follar.
Que nos deje en paz.

Me preguntas si corté alguna vez una flor por amor.
Y yo te digo que no. Que no supe diferenciarlo del dolor.

Que tiemblen los rosales que estén cerca de los dos.
Voy a desrosar los alrededores de nuestro corazón.

Pero a donde vas! Quien coño te has creído hija de puta.
Ahora que me he pinchado cortando todas tus dudas...
huyes de nuevo cordura.

Camisa de fuerza, pastillas eternas,
cabeza maltrecha.
Idilios infernales, neuronas fecales, razones que arden.

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