viernes, 30 de septiembre de 2011

LA CONDENA DE UN PIRATA INCONSCIENTE

Pecados a dos bandas mientras tú rezas por mi.
Profanando gargantas que jamás las vi escupir.
Qué te voy a decir? Cuando a tus pasos, empiece a escuchar,
y me dé por temblar y derribar, los cimientos de una vida feliz.

Mi barco pierde la vela, y el mástil sin la bandera refleja un sin sabor.
Abordajes que flagelan, la consciencia que recela del botín.
En la borda se marea el porvenir, y vomita trocitos de corazón.
Y las leyes de pirata flaquean, en camas que de mi reniegan a viva voz.

Voy contando las monedas, para saber de mi condena y mi situación.
Y aquí el amor que parte peras, todo de color galena en el exterior.
Que me coman los tiburones, antes de que me abandones a mi suerte,
que sin verte, seguro que será mala, que sin pensar me dispara a matar.

Y recomido enterito, voy flotando entre los tesoros mortales.
Recordando los manoseos, que daban lugar en los portales.
Recordando lo que tú sabes, por mucho que detestes mi recuerdo.
Recordando que fuiste mi todo, mis motivos, mis olvidos y mis deseos.

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