martes, 4 de septiembre de 2012

ALEJADOS

Triste, como una mariposa marrón,
que nunca tuvo dos colores.

Solo, como un vagabundo en New York,
que habla con sus cartones.

Indefenso, como la madera sin el barniz,
que le evite el pudrirse.

Estúpido como la esquela que escribí,
para alguien que vive.

Si no estás en mi campo de visión.

Si no escucho el timbre de tu voz.

Harto de sentirme un fin sin comienzo.
Cansado de lo que pienso, lejos de ti.
Escueto, como un lienzo sin pintura.
Abatido como la fortuna de un infeliz.

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