martes, 10 de abril de 2012

EL ATAQUE INEXPUGNABLE DE LAS ARRUGAS POR DECRETO

Busco y no encuentro,
aún tengo ganas de buscar.
Me duele por dentro,
las sonrisas que puedas observar.

No hay nada más enfermizo,
que el no poder.
Yo la quise y ella me quiso,
pero tocaba perder.

En un bosque desencantado paso,
lo que me queda por vivir.
Y si necesito algún que otro abrazo,
el viento me lo hace por ti.

Cansado, con llagas en los pies.
Voy dejando un rastro de pena.
Si ellos me ven, tú me ves.

Cansado, con el corazón maltrecho.
Voy dejando un eco irregular.
Si ellos lo escuchan, tú también.

Agotado, con nubarrones en mi cabeza.
Si a nadie le interesa he perdido.
Ando tullido en seguridad.

Agotado, con sudores en aires fríos.
Ha crecido inútil maleza, en la belleza
da la extraviada felicidad.

Y tú, alejándote cada vez más.
Sé, que cuando nada quede de ti,
querida consciencia,
el sentido de todo lo tendrá,
las pastillitas de después de comer.

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