Bebo para acordarme de olvidar,
que el beso que más me ha marcado,
nunca lo di.
Y que la muerte no la sufriré al no respirar,
es en vida cuando me está torturando
riéndose de mi.
Bebo para darle sabor a mi desamparo,
a la falta de un regazo para rezar
a un Dios a medida.
Y al vacío que ocupan seres extraños,
que invento para no saber de una soledad
que me atosiga.
Bebo, y qué?
Acaso tú no lloras?
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